El desempleo acumula cuatro meses de descensos, con una caída total de poco más de 160.000 personas. Cualquier bajada, en un escenario de crisis como el que vive la economía española, es buena, pero un análisis más pormenorizado de los datos arroja perspectivas muy poco halagüeñas para los más de cuatro millones de españoles en busca de ofertas de empleo que le ayuden a encontrar un trabajo.
Como es sabido, los meses de verano son, tradicionalmente, época de mayor contratación gracias a las ofertas de trabajo en hostelería y turismo. Durante el año pasado, en el periodo que va de mayo a agosto, el descenso fue de 250.000 personas. De esta forma, y falta del último mes del verano, los números muestran un crecimiento muy bajo del empleo.
Además, echando un vistazo a los datos por sectores, tampoco pueden extraerse análisis muy positivos. Aumenta muy ligeramente el paro en los servicios, que es el sector que habitualmente desciende en estas fechas. La mayor creación de empleo se ha dado en la construcción.
Por Comunidades Autónomas el mayor descenso del desempleo se ha dado en Andalucía, seguida por Galicia y Castilla y León. Sin embargo, el paro sube en cuatro Comunidades, con un repunte más elevado en Castilla-La Mancha y Madrid.
Por otro lado, la firma de contratos indefinidos sube un raquítico 1,39% con respecto al mismo mes del año pasado. Una de los objetivos de la controvertida Reforma Laboral era promocionar este tipo de contrataciones en detrimento de las temporales. Deberemos esperar para comprobar si de aquí a final de año continúa subiendo la contratación indefinida.
Por último hay que señalar un dato negativo que cada vez se torna más dramático. En el mes de junio la tasa de cobertura por desempleo es del 66% descendiendo algo más de 4 puntos con respecto al mismo mes del año pasado. Esto significa que cada vez hay más parados sin ningún tipo de prestación por desempleo. Es, sin duda, una de las consecuencias inevitables de esta inoperancia del mercado laboral. Son los últimos afectados por la crisis económica y los que peores perspectivas tienen para el futuro, ya que se espera que tras los meses de verano el desempleo vuelva aumentar, alcanzando, posiblemente, un nuevo máximo histórico.