Malos tiempos para la energía eólica. Al menos, para la firma danesa Vestas que continúa con un duro reajuste de su plantilla el cual dejará en el paro a 1.400 personas. Esta cifra se une a los casi 2.400 trabajadores que fueron despedidos a principios de año 2012. El objetivo final es asumir una plantilla de 19.000 trabajadores frente a los 24.000 con los que contaba antes de ponerse en marcha el ajuste.
Vestas es la líder mundial en energía eólica, un sector que en la última década vivió un avance imparable. En España, Gamesa es una de las principales firmas del sector rivalizando con la propia Vestas o la alemana Enercon. A pesar de los buenos augurios de las energías renovables, la crisis parece haber dañado el funcionamiento de este sector.
Las subvenciones multimillonarias que recibían empresas orientadas a este tipo de energías han ido reduciéndose paulatinamente desde 2008 y en la actualidad podrían producirse nuevos descensos en sus cuantías. Muchos gobiernos estaban muy interesados en promocionar este tipo de energías alternativas para luchar contra la dependencia del petróleo, pero el desarrollo de las tecnologías asociadas a ellas y su rendimiento todavía dista mucho del que sería deseable.
Dada la situación, muchas empresas están empezando a notar los efectos de la crisis. Vestas ha sido una de las primeras en establecer un duro plan para adaptarse a la nueva situación. Como no podía ser de otra manera, dicho plan pasa por un adelgazamiento de su plantilla. El objetivo es ahorrar unos 250 millones de euros para afrontar el futuro con más tranquilidad. Los beneficios han ido cayendo alarmantemente en los últimos años. Por ejemplo, en el segundo trimestre de 2012 el beneficio descendió un 77% con respecto al mismo periodo del año anterior.
Por tanto, Vestas, que cuenta con importantes centros de producción en España, se une a la tendencia ya habitual en la actualidad empresarial de despidos masivos para cuadrar las cuentas.