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Trabaja tu lenguaje corporal y moldea quién eres

Nuestro lenguaje corporal tiene gran impacto en la impresión que dejamos al resto del mundo sobre nosotros. Sin embargo, su importancia va mucho más allá ya que nuestros gestos y posturas producen en nosotros cambios internos en nosotros mismos. Conociendo, y aplicando, estos gestos y posturas es posible modificar nuestras habilidades y pensamientos y beneficiarnos del lenguaje corporal en la entrevista de trabajo, reuniones o negociaciones. En este artículo te mostramos un vídeo del que estamos seguro que te ayudará en tu búsqueda activa de empleo.

“Sabemos que lo no verbal determina qué piensan los demás de nosotros, pero, ¿puede también definir lo que pensamos y sentimos sobre nosotros mismos?”

Esta es la tesis que plantea Amy Cuddy, psicóloga social que trabaja en la Harvard Business School. El lenguaje corporal influye en cómo nos ven los demás, pero también puede cambiar en cómo nos vemos a nosotros mismos. Las “posturas de poder”, mostrar una actitud de seguridad aún sintiéndose inseguro, pueden alterar los niveles cerebrales de testosterona y cortisol, e incluso mejorar nuestras probabilidades de éxito.

A través de ciertos experimentos con personas demuestra que es posible mediante la adopción de posturas de poder o debilidad un par de minutos, los niveles de testosterona y cortisona cambian, permitiendo posteriormente al individuo realizar una entrevista de trabajo o tomar decisiones de riesgo con mayor o menor éxito. Por tanto, se demuestra que “simulando” ciertas poses y actitudes artificialmente, nuestro comportamiento cambia realmente consiguiendo que no sean falsas sino verdaderas. Si simulas poder, te vuelves poderoso, si simulas debilidad te vuelves débil. Así de simple.

“Nuestros cuerpos cambian nuestra mente, nuestra mente cambia nuestro comportamiento y nuestro comportamiento cambia los resultados.”

Al final de la charla Amy comparte su propia experiencia bajo el lema “fíngelo hasta que lo hagas” nos anima a usarlo cada vez que tengamos que enfrentarnos a alguna situación que nos asuste como dar una charla en público, hacer una entrevista de trabajo o en una reunión de trabajo.

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