La actitud de los trabajadores con respecto a sus vacaciones está evolucionando con la situación económica. Según un estudio de Randstad, un 70% estaría dispuesto a reducir el número de días de asueto para mantener el puesto de trabajo. La encuesta señala, así mismo, que los trabajadores son más reticentes a prescindir de días muy señalados como las vacaciones de Navidad.
Sin duda, se trata de una evolución importante que viene definida por los cambios que se están produciendo en el mercado laboral y que tienen como consecuencia un mayor temor a perder el empleo. En este sentido, la incertidumbre que vive buena parte de los trabajadores obliga a ofrecer mayores concesiones a las empresas con el único fin de mantener el empleo.
Tradicionalmente se ha considerado al trabajador español como uno de los que más días de asueto tiene a lo largo de año. Sin embargo, echando un vistazo a los datos comparativos con otros países de la Unión Europea se puede observar que la media de horas de trabajo al año en España es superior a la de otros estados de la zona Euro. En nuestro país la cifra es de 1.653 horas, mientras que en Alemania es de 1.418. Por el contrario, existe una mayor cantidad de días festivos en España en comparación con Alemania o Francia. Todo esto sin contar las horas trabajadas y que no se pagan lo que constituye claramente un fraude laboral de las empresas.
Con la irrupción de la crisis, muchos empresarios demandan un mayor compromiso en el trabajador. Este ha llegado, no tanto por fidelidad a la empresa, sino por incertidumbre. Se prefiere sacrificar días de asueto o hacer más horas extras si, a cambio, se mantiene el puesto. No parece que el rendimiento de un trabajador en un constante estado de incertidumbre vaya a ser mayor.
Ese es, quizás, el punto fundamental que define la calidad del trabajo desarrollado. No por permanecer más horas en el puesto de trabajo se consigue un alto rendimiento. Sea como fuere, parece evidente que los trabajadores están dispuestos a hacer más sacrificios para evitar verse en la cola del paro.