Las empresas se han de volver más competitivas en un mercado cambiante, por eso deben contar con profesionales que poseen ciertas cualidades que los hacen buenos en sus diferentes puestos, pero hay muchas de estas cualidades que han de estar en común en todos los empleados de la empresa. Si hay una persona que lleva mucho tiempo en la empresa, o todo lo hace bien, seguramente cumplirá todos o casi todos los puntos que te describimos a continuación.
- Ser una persona que está segura de sí misma, pero sin llegar a ser arrogante.
- Son personas flexibles con el horario y su lugar de trabajo.
- Habla de los logros conseguidos en plural, teniendo en cuenta al equipo.
- No pone excusas ante los errores. Los admite y sigue adelante.
- No le temen a afrontar nuevas experiencias.
- Son personas que ante una situación desconocida se siguen sintiendo tranquilas y concentradas.
- Esa persona quiere y busca el equilibro entre el trabajo y su vida personal.
- Son personas con ambición, pero sabiendo que para crecer es necesario el esfuerzo en el trabajo.
- Si su superior no se encuentra por el motivo que sea, son capaces de coordinar ellas mismas al resto del equipo.
- Se mueven rápido ante los problemas.
Todas estas cualidades se pueden ir perdiendo con el tiempo si no se ven recompensadas adecuadamente tal y como se fijó el día que ese trabajador firmo el contrato en su empresa. Hoy en día las empresas exigen mucho a la hora de firmar un contrato pero luego suele pasar que son éstas, las empresas, las que luego no están a la altura de los trabajadores haciendo que éstos cambien completamente su forma de ser en el trabajo. La culpa de estos cambios no es del reclutador/a que no hiciera bien su trabajo, sino que de las empresas como hemos dicho, que no saben cuidar después de sus empleados.