El 29 de octubre de 2012 Fátima Báñez, la ministra de Empleo y Seguridad Social proclamó: “España está saliendo de la crisis”.
Sin embargo, estas declaraciones no correspondían con la realidad. Su mismo partido político, de hecho, el propio presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, afirmaba semanas pasadas que hasta finales del 2013 la economía no iba a mostrar ninguna señal de mejora. E incluso, las previsiones del Banco de España han sido más desalentadoras alegando que el paro superará el 27% este año.
Aún así, Fátima Báñez sigue sosteniendo que “hay motivos para la esperanza”.
Desde que se puso en marcha la reforma laboral en febrero de 2012, el balance, en números, ha sido bastante peor de lo que se esperaba: en el último año se han perdido en España más de 850.000 empleos y los desempleados de larga duración se incrementaron en 470.700 personas en 2012, un 20,3% más que en 2011. Aún con estas cifras, los expertos afirman que sin la reforma, el mercado laboral estaría en una situación más precaria.
No obstante, hay que destacar a uno de los colectivos más afectados de esta recesión: La cifra total de jóvenes en desempleo se situó en 930.200 al finalizar el año pasado.
La tasa de paro juvenil escaló hasta el 55,12% al cierre del 2012, lo que supone 6,5 puntos más que en 2011.
Por esta razón, el Ministerio de Empleo y Seguridad Social ha aprobado algunas medidas en los primeros meses de este año. Estas forman parte de la Estrategia de Emprendimiento y Empleo Joven 2013-2016, puesta en marcha por el Gobierno y alguno de los sindicatos españoles de mayor protagonismo en España.
El objetivo perseguido es reducir el desempleo entre los jóvenes menores de 30 años. De esta manera, el Gobierno presta una pequeña ayuda a los nuevos emprendedores, tal como: Una tarifa plana de 50 euros en la cotización a la Seguridad Social para autónomos que inicien una actividad por cuenta propia durante los primeros 6 meses; o la compatibilización de la prestación por desempleo con el inicio de una actividad por cuenta propia durante un máximo de 9 meses, entre otras.
Asimismo, también se incentiva la contratación de los menores de 30 años hasta que la tasa de paro de este colectivo se sitúe por debajo del 15%, a través de diferentes estímulos:
- la reducción de la cuota de la empresa a la Seguridad Social en diferentes porcentajes dependiendo del número de trabajadores que esta posea, o bien con bonificaciones de
- la cuota empresarial. Además, se abre otra línea de incentivación en la que los jóvenes emprendedores de 30 años tendrán beneficios en calidad de reducción de cuotas a la Seguridad Social si contratan a un desempleado de larga duración, mayor de 45 años, que pueda ofrecer a la actividad la experiencia necesaria (el denominado “Contrato Generaciones”).
Tal y como se encuentra el mercado laboral actualmente, cualquier acción de Báñez se convierte en noticia. Y es que “el Gobierno utilizará de nuevo este año el Fondo de Reserva de la Seguridad Social si la realidad económica lo requiere”, declaraba la ministra de Empleo.
Añadió también que “para nada” es “peligroso” que el 97,46% de ese Fondo, conocido coloquialmente como “la hucha de las pensiones”, esté invertido en deuda española.
En conclusión, lo único que la sociedad puede hacer en estos momentos, es esperar y observar los verdaderos resultados que estas medidas y la reforma laboral de 2012 proporcionarán en el futuro. Hasta entonces, los españoles buscarán su suerte, bien dentro del país, bien fuera del mismo.
Articulo realizado por Rut P. Cubillo para empleoytrabajo.org